Salud física y emocional de la persona adulta mayor relacionado con el entorno social según tipo de institucionalización. Revisión sistemática en Colombia, Chile, Cuba, España, Sudáfrica, Nigeria y Malasia, 2013-2023.

Abstract

Introducción: La salud física y emocional de los adultos mayores institucionalizados está ligada a su entorno social. Los adultos mayores, al encontrarse en centros de atención, dependen en gran medida del entorno que los rodea para mantener su bienestar integral. El entorno social, que incluye la interacción con el personal de atención, otros residentes y familiares, desempeña un papel crucial en su calidad de vida. Objetivo General: determinar la salud física y emocional de la persona adulta mayor relacionado con el entorno social según tipo de institucionalización. Revisión sistemática en Colombia, Chile, Cuba, España, Sudáfrica, Nigeria y Malasia, 2013-2023. Metodología: revisión sistemática de enfoque mixto con predominio cualitativo de carácter descriptiva, la cual emplea la metodología prisma para la selección de estudios siendo estos un total de 13 artículos científicos. Resultados: la muestra está compuesta por adultos mayores de 65 a 99 años, del sexo femenino y masculino pertenecientes a Colombia, España, Chile, Cuba, Malasia, Sudáfrica y Nigeria. El 46% (n=6) de los artículos en estudio tiene una disminución en la movilidad. Por otra parte, el 23% (n=3) de los artículos de estudio corresponde al manejo intrafamiliar. Además, el 100% (n=13) de los artículos de estudio son de institucionalización permanente. Discusión: la salud física y emocional de una persona adulta mayor es fundamental para el bienestar en general, puesto que los aspectos están interconectados e influyen entre sí. Un estado de bienestar físico incluye la condición física, capacidad funcional y estado de salud de la persona adulta mayor. El bienestar emocional involucra el estado de ánimo, satisfacción con la vida y la capacidad para afrontar el estrés. Conclusiones: la salud emocional del adulto mayor emerge como un aspecto vulnerable, influenciada tanto por factores personales como el autoestima, autoconcepto y automotivación, como por factores relacionales, incluyendo la falta de un vínculo afectivo sólido con el entorno nuevo y las habilidades sociales de la persona.